El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Sonora celebró la graduación de la 16ª generación de la Licenciatura en Enfermería de la Escuela de Enfermería en Hermosillo, que contó con la Doctora María Rascón Álvarez como madrina.
El subdelegado del IMSS en Hermosillo, José Yul González Beltrones, destacó que el delegado del IMSS en Sonora, Miguel Jiménez Llamas, agradeció el esfuerzo realizado por el alumnado para terminar sus estudios con el apoyo de docentes y padres de familia.
“Esta noble misión de la enfermera de poder dar ese beneficio a los pacientes del IMSS y que en cualquier parte puedan prevenir enfermedades y ayudar en el camino a los pacientes”, declaró.
La graduada María Fernanda Ramírez Álvarez destacó el esfuerzo de los 58 mujeres y siete hombres que culminaron su Licenciatura a lo largo de cuatro años de aprendizaje y la expectativa que tienen todos a lo que enfrentan de ahora en adelante.
Dijo que al adquirir conocimientos en su área de servicio, también aprendieron a cumplir con metas establecidas, el trabajo en equipo y el verdadero significado de su carrera, el espíritu de servicio, la vocación de ayudar y las ganas de superarse para ser mejores.
Los y las graduadas realizaron la ceremonia “Paso de Luz” con el encendido de una vela de parte de sus maestras, algo implementado por la madre de la enfermería, Florence Nightingale y que forma parte del Juramento de la Enfermera.
La ceremonia culminó con un reconocimiento a la maestra en Enfermería, Esther Lydia Sánchez González, quien pronto entrará en su etapa de jubilación y quien formó a la última licenciatura de Enfermeros dentro de la Escuela de Enfermería en Hermosillo.
La graduación también contó con la presencia del Químico, Martín Velis Aguilar, en representación del Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) sección XIII, Esteban Leonardo García Valenzuela.
Juramento de la Enfermera
“Juro solemnemente en presencia de esta Asamblea, ejercer mi profesión con devoción y fidelidad. Me abstendré de todo lo que sea maligno o perjudicial y de tomar o administrar a sabiendas, ninguna droga que pueda ser nociva para la salud. Haré lo que esté de mi parte por elevar el buen nombre de mi profesión y para guardar y jurar el secreto de todas las cosas personales que se me confíen, así como los asuntos de familia de los que me entere en el desempeño de mi cometido. Con lealtad procuraré auxiliar al facultativo en su obra y me dedicaré al bienestar de todos los que estén encomendados a mi servicio y para eso estaré siempre al tanto de los adelantos profesionales. Lo juro”.