De pronto el rostro adquiere otra dimensión. Las connotaciones que la creación propone. La diversidad de colores. El volumen es a partir de la decisión del pintor.
Zacarías Páez es oriundo de Nogales, Sonora. Empero la trashumancia es parte de su vida. Indagar como un acto de formación, de aprendizaje, de crecimiento.
Primero fue la frontera y su mirada más allá. Luego vino el centro del país que es Guadalajara. Regresar a Sonora como un acontecimiento inexorable, para continuar la construcción del oficio. Nunca dejar de aprender.
Hoy Zacarías expone en la Sala de Arte de Instituto Sonorense de Cultura, en contexto de Festival del Pitic. Rostro millón es el título de la exposición. Sobre los porqués del título, y otros temas, conversamos:
Rostro millón, cuéntame, Zacarías.
–Soy de las personas con mucha suerte en este mundo. En 1974 me tocó irme a vivir a Guadalajara, estudiar y trabajar, y estaba cumpliéndose el habitante un millón, en ese momento. Recuerdo que las autoridades hicieron un programa especial para que cuando naciera el niño el primer minuto de tales horas y tal día, iba a ser considerado el habitante un millón de Guadalajara de tal manera que iba a nacer con una casa y becas para su estudio de toda la vida. Se me hizo un programa maravilloso, pero el hecho de que sea la experiencia de vivir en una ciudad de un millón de habitantes y vivir ahí durante veinticinco años, y ahora me doy cuenta que en Hermosillo estamos a punto de lograr el habitante un millón, entonces viviré por segunda vez en una ciudad que inicia teniendo un millón de habitantes. Es para mí un hecho sorprendente, porque como que aprendes a adivinar el futuro, yo ya sé lo que pasó en veinticinco años en Guadalajara cuando ya tuvo millón y medio, dos millones de habitantes, cuando yo me vine creo que ya tenía cuatro o cinco millones, cuando me regresé a Sonora, por lo tanto adivino lo que nos puede pasar en Hermosillo si nos comportamos de cierta manera, y esta exposición son los rostros que ando haciendo desde hace veinte años, y me doy cuenta que en este momento sirven para conmemorar el habitante un millón de Hermosillo, ese es el tema.
Y también lo haces en contexto de celebración de un año más de existencia de la ciudad.
–He tenido la suerte de que me han invitado a algunas ocasiones a celebrar el aniversario de Hermosillo y lo he hecho con mucho gusto, he hecho retratos de ciudadanos importantes, en este caso (en esta exposición) hay un ciudadano importante que está identificado, uno de los cuadros tiene el nombre de Jesús García Corona, los otros son simplemente rostros de los que vivimos en Hermosillo.
¿Qué ha construido en tu vida el oficio del arte plástico, qué significa?
–En mi significa tener algo porqué vivir, significa tener un tema que no me permite enfadarme, significa tener un tema que me hace cuidar mi salud, hacer ejercicio para estar disponible, para estar trabajando en la imagen siempre. Y significa tener un tema que te convierte en ignorante y en sabio, todos los días. En ignorante porque después de terminar todo el día de trabajo, o un mes o un año, te das cuenta que a pesar de haber hecho un trabajo neurótico, obsesivo, no aprendes lo suficiente, aprendí más el año pasado que el ante pasado, y estoy aprendiendo más este año que el año pasado, por lo tanto tengo que tratar de trabajar más porque no es la inteligencia ni los genes ni las neuronas que traigo sino el ejercicio que hago con eso que tengo y con los programas de computadora que me metieron a la cabeza, lo que me lleva a crear. En este momento soy el más ignorante en un tema que traigo y que es lectura de imagen. Uno cree que sabe leer la imagen porque aprende a ver fotografías, porque aprende a ver el paisaje y etcétera, pero se tiene que profundizar y hacer una elucubración profunda para sacarle jugo a eso, y en este momento en que la tecnología nos está invadiendo de imágenes, me doy cuenta que no sé la imagen y tengo que aprender. Tengo sesenta años de pintor, pero recién ahora a pesar de haber hecho unas series que se llaman lecturas de imagen, me doy cuenta que estoy empezando a aprender a leer la imagen.
Sonora es dueño de un movimiento cultural-artístico efervescente, ¿cuál es tu opinión?
–Mi conclusión es que nos estamos viendo lentos los sonorenses en no cacarear el huevo, es decir, eso que tú estás diciendo es completamente tangible, encabezados por los grupos de danza contemporánea que son los que llevan el acto estético sonorense, Miguel Mancillas, Quiatora Monorriel, La Lágrima, nos están poniendo enfrente un quehacer con la imagen artística sonorense, y los estamos siguiendo, pero no nos hemos dado cuenta que tenemos un material hecho de más de veinte años para acá que debe conocerlo el mundo, debe conocerlo México. La danza contemporánea de Hermosillo ya tiene reconocimiento internacional, y muchos de los artistas de Hermosillo en todas las disciplinas ya tienen reconocimiento internacional, nada más escuchar la música de Arturo Márquez. Tenemos un movimiento y tenemos que sacarlo, por ejemplo la Bienal de Paisaje es un evento que se inserta en el mundo, dicho por Gerardo Mosquera, que vino a Sonora de jurado, él nos comentó que Dinamarca se había sentido frustrado porque le ganamos la Bienal de Paisaje, es un evento que se necesita a nivel mundial, y el hecho de que haya nacido en Sonora, que se haya convocado en México, y que nos lo hayan pedido en las dos ediciones que lleva para ser expuesto en la ciudad de México, en el Museo Carrillo Gil, habla de esa calidad de trabajo artístico que se está haciendo en Sonora que ya necesita enseñarse a México y al mundo.