Chihuahua.- La pequeña Erika P. B. de 2 años, quien desapareció el 17 de mayo en las inmediaciones del rancho “El Molino”, a 31 kilómetros de Camargo con rumbo a Jiménez, y dos días después fue localizada sin vida, murió a causa de deshidratación.
De acuerdo con Aid Férez, vocero de la Fiscalía Zona Centro-Sur, el cuerpo estaba carcomido debido a que permaneció a la intemperie y fue presa de la fauna en esa área.
Ayer la portavoz aseguró asimismo, que la niña no fue atacada sexualmente ni presentaba huellas de violencia, salvo las relativas al ataque de animales carroñeros.
Aun cuando no se precisó el tiempo del deceso, se confirmó que falleció por la deshidratación y los restos ya estaban en proceso de descomposición, incluso tenía un brazo cercenado.
“Se hizo el estudio correspondiente y no hay rastros de agresión sexual. Tiene algunas heridas producidas por animales en un brazo y en la parte frontal de la cabeza”.
Férez detalló que el reporte de extravío lo interpuso la madre de Erika, quien trabaja como jornalera y notificó su desaparición el 17 de mayo pasado; el hallazgo de la menor de origen rarámuri se registró la tarde del día 19.
En el reporte policíaco, se asentó que el cadáver desnudo de la pequeña se ubicó a siete kilómetros del rancho El Molino, cerca del Río Florido donde estuvo jugando con otros niños, quienes al parecer no se percataron al regresar, que ella se quedó ahí, sola y ya no supo cómo regresar a casa.
Precisamente en ese sitio, dos años atrás se halló el cuerpo de Sonia G. V. de 6 años, víctima del ataque sexual de un hombre que además la mató y arrojó en ese paraje.
La niña, también de origen rarámuri, desapareció el 15 de mayo de 2016 cuando salió de su domicilio en la ciudad Camargo. Cinco días después, encontraron su cadáver en el interior de una bolsa de plástico.