Nueva York, EU.- Procuradores federales de Estados Unidos podrían presentar nuevos cargos contra el narcotraficante mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán por el asesinato de siete estadunidenses, entre ellos el agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, reportó la televisión local.
De acuerdo con la cadena WFAA, afiliada a ABC, tres expolicías mexicanos relataron a fiscales de la Oficina del procurador Federal en Los Ángeles que ellos vieron a Guzmán participar en una matanza de estadunidenses a fines de 1984 y principios de 1985.
Uno de los testigos, el exagente de la policía judicial de Jalisco, Jorge Godoy, habló directamente con WFAA y detalló la participación de Guzmán en los asesinatos.
Godoy, de 57 años y quien reside en Estados Unidos como testigo protegido, dijo que todavía teme por su vida, pero aceptó hablar y ser identificado frente a la cámara por primera vez.
Los asesinatos de los siete estadunidenses, ahora atribuidos a Guzmán, ocurrieron durante un periodo de nueve semanas.
VENGANZA
Los jefes del cártel de Guadalajara buscaron venganza por las redadas de drogas en 1984 que les causaron grandes pérdidas, incluida la quema de 10 mil toneladas de mariguana con valor estimado de 5 mil millones de dólares.
Albert Radelat, residente de Fort Worth, Texas, a principios de 1985, fue uno de los estadunidenses asesinados. Cuando se le preguntó por posibles cargos contra “El Chapo”, la hermana de Radelat, Lourdes, respondió: “Cuanto antes, mejor”.
El 7 de febrero de 1985, Guzmán fue asignado para ayudar a secuestrar al piloto mexicano que transportó al agente Camarena para localizar los campos de mariguana del cártel.
El piloto, Alfredo Zavala Salazar, fue llevado a la casa donde su compañero, Camarena, de 37 años, ya estaba siendo torturado.
“Absolutamente, él (Guzmán) los torturó a ambos”, dijo Berrellez.