Moscú.- El presidente de Rusia, Vladimir Putin, alertó el domingo que más ataques de Occidente a Siria conducirían a un “caos” en los asuntos internacionales, mientras emergieron señales de que Moscú y Washington quieren dar marcha atrás en su peor crisis en años.
Putin hizo estas declaraciones en una conversación telefónica con su par iraní Hassan Rouhani después que Estados Unidos, Francia y Reino Unido atacaron el país con misiles el sábado, en represalia por lo que sostienen fue el uso de gas venenoso hace una semana contra rebeldes.
Los líderes estuvieron de acuerdo en que los ataques occidentales dañaron las posibilidades de lograr una solución política al conflicto en Siria.
“Vladimir Putin, en particular, enfatizó en que, si continúan tales acciones en violación de la carta de Naciones Unidas, esto inevitablemente llevará al caos en las relaciones internacionales”, dijo la agencia rusa de noticias RIA citando una declaración del Kremlin.
Estados Unidos, Reino Unido y Francia atacaron el sábado el corazón del programa de armas químicas de Siria. Los tres países insistieron en que no tenían como objetivo derrocar al presidente Bashar Al Assad o intervenir en la guerra civil que se ha prolongado siete años.
Los bombardeos, celebrados por el presidente estadunidense Donald Trump como un éxito pero denunciados por Damasco y sus aliados como un acto de agresión, han sido la mayor intervención de los países occidentales contra Assad y su aliado Rusia, cuyo ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, los calificó de “inaceptables y fuera de la legalidad”.
POSIBLE DISTENSIÓN
Las declaraciones de Putin fueron publicadas poco después que el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, divulgó una nota más conciliatoria señalando que Moscú haría todos los esfuerzos posibles para mejorar sus relaciones con Occidente.
Cuando se le preguntó si Rusia estaba preparada para trabajar con propuestas de los países occidentales en Naciones Unidas, Ryabkov dijo a la agencia de noticias TASS que por ahora la situación era “extremadamente tensa” y que se trabajaría “con calma y de forma metódica” para superar las tensiones.
La prensa rusa reportó que el funcionario del ministerio de Relaciones Exteriores Vladimir Ermakov dijo que Washington querría mantener el diálogo con Moscú sobre la estabilidad estratégica tras los ataques.
La embajadora de Washington ante Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo sin embargo que Estados Unidos está preparando nuevas sanciones contra Rusia debido a su continuo apoyo al presidente sirio.
En Damasco, el vicecanciller sirio, Faisal Mekdad, se reunió con inspectores del organismo mundial de control de armas químicas OPAQ durante unas tres horas, con la presencia de oficiales rusos y un alto funcionario de seguridad sirio.
Los inspectores están tratando de visitar el sitio del supuesto ataque con gas. Moscú condenó a los Estados occidentales por negarse a esperar los hallazgos de los inspectores antes de atacar.
Cuando salió del hotel donde se realizó la reunión, Mekdad no quiso hablar con periodistas que lo esperaban fuera.
Por su parte el secretario de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, defendió la decisión de la primera ministra, Theresa May, de participar en el ataque y dijo que las potencias occidentales no tienen planes para nuevos ataques con misiles en Siria, aunque evaluarán sus opciones si Damasco vuelve a usar armas químicas.
“No hay una propuesta sobre la mesa en este momento para nuevos ataques porque hasta ahora, gracias a Dios, el régimen de Assad no ha sido tan tonto como para lanzar otro ataque con armas químicas”, dijo en un programa de la BBC.
“Si ocurriera, entonces está claro que, junto con los aliados, estudiaríamos cuáles son las opciones”, agregó.
Los países occidentales culpan al gobierno de Al Assad de un ataque presuntamente con gas venenoso en Duma el 7 de abril, que provocó la muerte a 75 personas.
Rusia, cuyos lazos con Occidente se han deteriorado a niveles de la era de la Guerra Fría, niega que haya habido un ataque con gas en Duma.